Hoy en día, se puede encontrar un amplio espectro de tonos de piel en todas las partes del mundo. La melanina es el pigmento que da color a la piel. El oscurecimiento de la piel que se produce después de la exposición al sol es en realidad parte del proceso natural de protección de la piel contra el daño solar. Los cambios en la tonalidad de la piel también pueden ser causados por cambios hormonales debidos a una mayor producción de melanina.

Por lo general, el aumento de la pigmentación es temporal. Se desvanece con el tiempo y la piel vuelve a su tono natural. Con el tiempo, algunos oscurecimientos del tono de la piel pueden ser persistentes. El tono desigual de la piel durante mucho tiempo -manchas oscuras en la cara, las extremidades y otras zonas del cuerpo- puede ser un signo de melasma.
El melasma es una afección cutánea que se caracteriza por la aparición de manchas simétricas de coloración oscura en la piel. Esto significa que estas manchas suelen aparecer en un patrón similar en ambos lados del cuerpo. Por ejemplo, pueden aparecer en ambas mejillas. El melasma es una forma de hiperpigmentación, es decir, un exceso de pigmentación.
El melasma es más común entre las mujeres que entre los hombres, y suele afectar con más frecuencia a las mujeres jóvenes que a las mayores. Las mujeres embarazadas pueden experimentar melasma durante el embarazo como resultado de los cambios hormonales. Esto se llama a veces «la máscara del embarazo».

¿Cómo se identifica o diagnostica el melasma?

El melasma es una forma de hiperpigmentación, y a veces puede tener una apariencia similar a otras formas de esta afección. Por ejemplo, la hiperpigmentación postinflamatoria (HIP) es una forma de hiperpigmentación resultante de una inflamación o un traumatismo de la piel. Sin embargo, el melasma es más probable que afecte a la frente, las mejillas, la nariz, la barbilla y los labios. También puede afectar a otras zonas expuestas al sol, como los antebrazos y el cuello.
El melasma suele identificarse por su característica distribución simétrica y su aspecto irregular.
Un médico, como un dermatólogo especializado en afecciones de la piel, puede identificar el melasma basándose en un examen visual. El aspecto característico del melasma suele ser suficiente para determinar el diagnóstico, aunque es probable que el médico haga preguntas sobre cuándo y cómo empezó la afección. Dado que el melasma puede ser hereditario y se da en familias, el médico también puede preguntar sobre los miembros de la familia que puedan tener problemas cutáneos similares.
Si es necesario, hay algunas pruebas que pueden ayudar a respaldar el diagnóstico del melasma. La lámpara de Wood es una luz especial que, al iluminar la piel, puede facilitar al médico la observación de la variación de la pigmentación de la piel. Una biopsia -una pequeña muestra de piel que el médico extrae- puede servir para confirmar el melasma.

¿Qué causa el melasma?

Como mecanismo de defensa natural, la piel acelera la producción de melanina a través de un complejo proceso en el que intervienen numerosos tipos de células de la piel. Entre ellas se encuentran las hormonas y las células inmunitarias, entre otras. El proceso comienza cuando la piel recibe una señal de daño potencial y suele durar un breve periodo. El melasma se desarrolla cuando este proceso natural es demasiado fuerte o no se desactiva.
Hay múltiples factores que pueden contribuir al melasma. Por ejemplo:

  • Puede haber factores genéticos, lo que significa que la predisposición al melasma puede ser hereditaria. Muchas personas con melasma afirman que uno de sus padres u otro miembro de la familia también padecía la enfermedad.
  • Los factores hormonales pueden afectar al melasma. El melasma puede indicar desequilibrios hormonales subyacentes o ser el resultado de cambios hormonales relacionados con el embarazo. Algunas píldoras anticonceptivas se han relacionado con el melasma debido a su influencia en las hormonas.
  • La exposición al sol -especialmente durante un tiempo considerable- puede provocar hiperpigmentación.
  • La alta exposición al calor y el estrés se han relacionado con el melasma en cierta medida.

¿Es Peligroso el Melasma?

El melasma no es peligroso. Recuerde que es el resultado de los mecanismos de defensa naturales de la piel. Sin embargo, la pigmentación en parches puede ser una preocupación estética. Cuando el melasma aparece en la cara, puede causar angustia al individuo afectado. Las personas también pueden sentirse frustradas por la persistencia de la afección. Desgraciadamente, el estrés por la aparición del melasma puede agravar aún más la afección.
Las personas con melasma también pueden decir que tienen poca confianza en sí mismas y, en algunos casos, dicen que la afección contribuye a los sentimientos de depresión.

El melasma en pocas palabras

El melasma es una forma de hiperpigmentación. Se caracteriza por la aparición de manchas oscuras en la piel que tienden a ser simétricas (suelen aparecer en ambos lados del cuerpo con un patrón similar). La exposición al sol y las hormonas son los principales responsables del melasma.

¿Sabías que?

La melanina no sólo determina el color de la piel. El color del pelo e incluso de los ojos está determinado por la melanina. Los melanocitos son las células que producen melanina en el cuerpo de forma natural.

Datos rápidos sobre el melasma

El melasma afecta más a las mujeres que a los hombres. De hecho, la Skin of Color Society informa que el 90% de las personas con melasma son mujeres.

Resource:
https://www.aad.org/public/diseases/a-z/melasma-treatment

«Los trastornos pigmentarios pueden ser psicológicamente devastadores», Dra. Pearl Grimes, MD FAAD

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